Reflexiones.

      Dicen que cuando se hace un silencio enorme entre dos personas es debido a que ha pasado un ángel... Bien, pues aquí debió pasarse medio cielo, porque ni Break ni yo articulamos palabra en un buen rato. Él ya había hablado bastante, y yo aún estaba demasiado impactada por toda la información recibida. Eras... mi Eras... Costaba imaginarme todo lo que habría sufrido, lo dura que habría sido su vida desde aquel momento con ese peso a sus espaldas, un peso del cual seguro aún no había sido capaz de deshacerse...

     No tenía familia, nunca la había tenido... Hermano y madre asesinados por sus propias manos, por su propio poder aún entonces desconocido para él, y sin padre. Nunca supo nada de él. No le dio tiempo a preguntarle a su madre, y cuando intentó buscar información sobré él nadie sabía nada. Era como si nunca hubiera existido. Nadie lo había visto nunca, nadie conocía la más mínima información sobre él, y según Break, después de aquello perdió las fuerzas para seguir buscándolo. Ya tenía suficiente con todo lo que había pasado.

     No podía hacerme a una idea de cómo se sentiría, del dolor que habría sentido al cometer esos actos, del dolor que sentiría cada día al darse cuenta de lo que había hecho... Debía de ser horrible.

     Miles de nuevas preguntas invadían mi mente, miles de temores, de preocupaciones, de incertidumbre... ¿Qué habría hecho yo en su lugar? Nada... supongo que habría sido incapaz de salir adelante. Es mucha carga, mucho peso tras los hombros. Sería como hundirse lentamente en el más oscuro lodo. Pero él era más fuerte...

     Con todo ese pasado oculto tras sus ojos verdes, era capaz de sonreír día tras día, era capaz de ser la persona más amable del mundo con los demás, era capaz de ayudar sea el problema que sea con los ojos cerrados. No puedo imaginar cuánto se martiriza día tras día para ser así, para intentar sentirse mejor y disminuir poco a poco el dolor, el odio y la culpabilidad que sentiría hacia sí mismo... 

     Desconociendo casi por completo su pasado, con sólo unos tiznes de conocimiento que no logran resolver ninguna duda. ¿Quién era su padre? ¿Y qué hay respecto a su poder? ¿Sería el mismo que el mío? Quizás... Quizás aquel día en el Bosque no fui yo quien liberó ese poder, tal vez fue él. ¿O no? Tantas preguntas... ¿Y si yo tenía ese mismo poder? ¿Y si en lugar de haberme salvado aquel día, en el supuesto de que ese poder fuera mío, hubiera matado a Donovan? Me cuesta reconocerlo, pero no creo que hubiera llorado su pérdida. Era un caso diferente al de Eras... No, ¿qué estoy diciendo? ¿De verdad habría sido capaz de soportar el hecho de acabar con la vida de alguien? No lo sé, y espero no tener que responder nunca a esa pregunta. Pero en este mundo, en esta aventura, debo estar preparada para todo. Sé que Eras cuidará de mí, incluso Break me protegerá en caso de ser necesario. No tengo miedo, pero sí preocupación... Por mí, por él, por todo.

    ¿Yo era la persona encargada de protegerlo? ¿De darle todo el amor que nunca había tenido? ¿De cuidarlo y hacerle olvidar todo ese oscuro pasado que seguro no había olvidado? Era mucha responsabilidad, pero él lo había dado todo por mí, él creía en mí, y era por algo. No lo dejaría solo, jamás, se lo juré aún sin saber nada de su vida, y no rompería mi promesa ahora. No, cuidaré de él, le protegeré y le daré todo el amor que soy capaz de albergar. Lo haré sentir vivo, le haré ver lo magnífico que es, y le haré entender que todos podemos cometer un error, pero que debemos aprender a convivir con ellos y a no volver a tropezar con las mismas piedras. Debemos ser fuertes, seguir hacia delante sin mirar nunca atrás. No se puede olvidar, pero no le permitiré que se torture por algo que pasó hace tanto, cuando aún no era más que un niño que no pensaba de forma coherente. No, no se lo permitiré. Ella confió en él, Ella le dio una oportunidad, y confió en que algún día, otra persona sería capaz de dárselo, y ese alguien era yo.

    Él es lo mejor que me ha pasado desde que abandoné mi aldea, él renovó mis fuerzas para seguir adelante, para ser más fuerte aún, para valorarme más de lo que era capaz de hacer. Él fue mi salvación, y ahora yo sería la suya. Porque Eras no es un asesino...

Sólo es un pobre hombre condenado por su propia tortura.